jueves, 19 de marzo de 2009

Suspiro a las 7-

No me hagas más daño del que pueda soportar... 
No lo necesito, no tanto...
Bla bla bla... 
No quiero que me vuelvas a preguntar lo mismo, porque no te quiero dar una respuesta.
Y créeme, no te la voy a dar.
(...)
Por una vez quisiera ser una persona común y corriente, así como las que me TOCA ver cada día.
Sólo por un día quisiera ser una persona común, luego, el desorden.
¿Por qué lo que tengo escasea y lo que no tengo abunda?
Cambio la pregunta:
¿Por qué escasea tanto lo que tengo y puedo ofrecer, y por qué abunda tanto eso que no tengo, que todo el mundo tiene, y que necesito tanto?
(...)
No soy infeliz, ni mucho menos, estoy tan contenta con mi vida...
Pero las dudas siguen aquí y sonarán muy existencialistas, pero así son...
Ellas están locas.
-Oye, tengo ya planeado todo, ¡¡¡ pero lo que se sale del plan simplemente me desespera!!! 
Me gustaría por unos días desprenderme de mis sentimientos, o herir suficientemente a las personas que no quiero a mi lado, para que se alejen definitivamente y no me vuelvan a atraer hacia ellas cuando mi racionalidad sucumba ante mi irracionalidad.
(...)
Necesito un diálogo desinfectante, una limpieza interior. Lástima que esa gente ya no esté aquí... Tal vez debí ser hipócrita y simplemente hacer como si nada hubiera pasado... Lo pienso mejor y en ese caso me estaría ahogando en mí misma, como lo hacía hace un año... Era genial.

Pero ahora es mejor.

3 comentarios:

  1. Te acompañaré, si no es molestia, en las lecturas de tus locuras, que no lo son tanto. Enhorabuena por el blog. Saludos desde Petardylandia.

    ResponderEliminar
  2. Jaja... Genial, aepto. Tu compañía es bien recibida. Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  3. yo soy el afortunado que te acompaña día a día, y lo hará mientras pueda.

    ResponderEliminar