miércoles, 8 de abril de 2009

Conclusión

Ya terminando, para mí es claro que así como no existe la felicidad total y absoluta, tampoco existe... ¿cómo decirlo?... la "ausencia absoluta" de ésta. Debería decir también que la felicidad absoluta no es lo ideal, porque lo único que eso significaría sería la pérdida total del sentido de la vida, sin anhelos y sin metas, sólo una vaga y monótona satisfacción eternamente aburrida.

Recordemos que a medida que vamos llenando algunos hoyos, vamos abriendo otros tantos, lo que nos mantiene en la constante dinámica de nuestra vida. 

Debería nombrar otro poco de la teoría de Schopenhauer que, a fin de cuentas, fue quien me incitó a divagar sobe este tema: La voluntad  (negación del dolor y de la realidad) es lo que equilibra la tragedia constante de la vida con los efímeros momentos de felicidad. 
En otras palabras, el ser humano quiere ser feliz huyendo del dolor, poniendo así en equilibro estas dos partes fundamentales de el mundo de cada persona. 

Cuando la voluntad deja de estar inlcinada a huir del dolor y lo enfrenta , se produce un "choque" contra la realidad, o un desequilibrio entre la felicidad y el dolor, ocasionado por una situación emocionalmente dura, poniéndose la balanza a favor del sufrimiento, siendo éste la causa del suicidio. Agrego yo que esta causa bien llevada, puede llevar a conocer la situación y a saber salir de ella sin ningún problema en situaciones posteriores; también comparo la situación que produce el choque con mis hoyos en la tierra: Representa una fuga o un escape que hace que el vacío no se pueda llenar jamás, así cuando la persona averigua qué sucede, este hoyo se convierte en la mayor prioridad, haciendo, efectivamente, que la voluntad se desvíe hacia el dolor y ahí viene el duro golpe contra la realidad.

Tal vez lo que hace los momentos felices o infelices en nuestra vida, es la atención que le prestamos a cada acontecimiento. Nos fijamos en un hoyo que se llena súbitamente por la (tal vez) sorpresa que ésto nos causa, pero una vez lleno no es mucho más lo que podemos esperar de él, así que simplemente  lo dejamos de lado y seguimos con nuestra vida y lo único que queda es una porción de tierra removida que significa el recuerdo de esa pasada y como dice A.S., efímera felicidad. Nos fijamos también en otro hoyo que no se llena nunca, por una fuga que tiene en el fondo, pero aún así aprendemos a vivir con él (una depresión bien llevada).

(...)
Así que, si bien no podemos considerar que haya una "línea de la felicidad" única para el hombre (que en realidad serían muchas, simultáneas), podemos afirmar que pocas de ellas varían al tiempo mientras el resto permanecen más o menos estables,  y también podemos decir que en el momento, hay una línea (o un hoyo) que ocupa nuestra plena atención y es la que determina nuestra felicidad/no felicidad en un momento específico. Y si varias de ellas variaran al mismo tiempo, sería algo así cmo un éxtasis extremo o un dolor intolerable.

Por fin, para finalizar, agregaría algo sobre el mundo como representación que ve Schopenhauer como muestra de su idealismo más puro:
Había hablado ya de personas que tal vez por trastornos psicológicos no buscan su felicidad, sino sufrir, tal vez para ser consoladas o... no sé, muchos motivos tendrán. Aquí no tengo en cuenta los suicidas nombrados anteriormente.
Bueno, la vida es una representación, usando sinónimos, se puede decir que cada persona hace de su vida pues... su voluntad. Puede hacer una comedia una tragedia, un drama, un show, en fin... Un teatro, donde la persona es el protagonista y el público, representando la historia de su vida.

Sé que podría escribir miles de cosas más, pero muchas de ellas escapan ya a mi "poco hábil" memoria,  además, ya quiero cambiar de tema. 

2 comentarios:

  1. Leyendo tu conclusión, me ha venido el recuerdo de una cita de un autor inglés, William Shakespeare: en ella decía que "en nuestros locos internos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser"; ahí la dejo como complemento de tu escrito. Saludos desde Petardylandia.

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias por tu aporte!
    A propósito, también encontré un par de citas muy interesante:

    "La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, viene por la multiplicación de los deseos" (Platón)

    "Todos ven lo que tú aparentas, pocos advierten lo que en realidad eres" (Maquiavelo)

    Saludos.

    ResponderEliminar